Los fusibles son dispositivos que se deben reponer cada vez que actúan. El corazón de un fusible tradicional es un elemento metálico que alcanza su temperatura de fusión cuando lo atraviesa una corriente mayor para la cual está especificado, en ese momento el fusible se destruye, interrumpiendo la sobre-corriente.
Los dispositivos de coeficiente positivo de temperatura (PTC) también reaccionan ante un flujo de corriente excesivo, pero a diferencia de los fusibles, son dispositivos reiniciables. Pueden proveer protección circuital muchas veces. Los polímeros conductivos incrementan su resistividad cuando se calientan por sobre-corrientes actuando como limitadores. Cuando la alimentación del circuito se interrumpe, los dispositivos se enfrían restaurando su conducción normal de corriente.
Un polímero PTC es un no conductor cristalino constituido por una matriz de polímeros orgánicos que se carga con partículas carbón negro para que sea conductor. A bajas temperaturas, el polímero se encuentra en un estado cristalino, con las partículas de carbono entrelazadas en el retículo cristalino, formando cadenas de muchos conductores que permiten la circulación de una llamada corriente de mantenimiento.
Las sobrecorrientes por arriba del valor de mantenimiento producen calor, con lo que el polímero se expande, su estado pasa a ser de cristalino a amorfo, comenzando a presentar mayor resistividad lo cual reduce el flujo de corriente circulante a un nivel seguro. El incremento de la resistencia no es lineal y ocurre cuando la intensidad circulante sobrepasa cierto umbral. Cuando el PTC ha alcanzado éste umbral su resistencia permanecerá alta hasta que la alimentación se interrumpa.